¿Por qué fracasan las dietas?

  • Tiempo de lectura: 2' 35"

Por qué fracasan las dietas


El error por excelencia a la hora de encarar un programa de adelgazamiento es llevar adelante una dieta en la que no se come prácticamente nada. El plan ideal

El doctor Martín Viñuales es médico especialista universitario en nutrición de la U.B.A y respondió las principales dudas acerca de cómo debería ser una dieta balanceada.

¿Cuáles son los errores más frecuentes a la hora de realizar una dieta?
Todos en algún momento de la vida hemos leído gran cantidad de artículos donde se detalla día a día un plan alimentario casi imposible de sostener, donde se deben pesar los alimentos y prestar una atención exagerada.

Podría decirse que ése es el peor error: el pretender llevar a cabo una dieta en la que no se come absolutamente nada. La experiencia y los últimos trabajos científicos muestran que, en la incapacidad de mantener dicho plan, es en donde se apoya uno de los más grandes fracasos de la terapéutica médica.

¿Cuáles son las soluciones que se proponen en el mundo para este tipo de problemas?
Diversas universidades del mundo de enorme liderazgo en nutrición y metabolismo proponen trabajar en educación alimentaria, que no es ni más ni menos que enseñar a la gente pautas para una correcta alimentación, sin caer en lo tedioso de pesar o medir los alimentos.

¿Qué se debe tener en cuenta antes de realizar una dieta?
Como premisa fundamental debemos saber que todo lo que comemos está formado por tres tipos de macronutrientes: hidratos de carbono, proteínas y grasas, y es solamente en la calidad y la cantidad de ellos donde debemos poner atención.

¿Qué lugar ocupan estos macronutrientes?
Las proteínas parecen ser la vedette de la alimentación actual y ello se debe a sus diferentes cualidades: es el nutriente de mayor capacidad de saciedad, favorece la formación de músculo y no de grasa, interviene en la formación de serotonina que es el nuerotransmisor regulador del apetito. Además de ser el nutriente que mayor gasto metabólico genera para su digestión por la complejidad química del mismo.

¿En qué alimentos se pueden encontrar las proteínas?
Debemos elegirlas de aquellos alimentos con mucha concentración de éstas, pobres en grasas y que además aportan hierro, como por ejemplo el cuadril, lomo, nalga, peceto, yogur y leche totalmente descremados que brindan calcio, y todos los pescados. Sin olvidar la pechuga de pollo.

¿Cuáles son los beneficios de ingerir alimentos que contengan proteínas?
Si se cubre el requerimiento proteico sistemáticamente estaremos contribuyendo enormemente a una mejor regulación metabólica y a satisfacer la saciedad

Y el resto de los macronutrientes, ¿dónde los podemos encontrar y qué aportan al organismo?
Los hidratos de carbono están en alimentos como frutas, legumbres, verduras, cereales y pan. Con estos alimentos, tenemos una enorme variedad de posibilidades de preparación de comidas, sin hacer tanto hincapié en la restricción, sino más bien en no abusar o bien reducir el uso de grasas como aceites, mayonesa o manteca, en su preparación.

Es importante saber que estos macronutrientes aportan en su variedad una gran cantidad de micronutrientes como las vitaminas y minerales que son absolutamente necesarios para la vida y la prevención de diferentes enfermedades.

Por último las grasas, es aquí a donde debe apuntar el mayor cuidado, podemos utilizar aceite, mayonesa, queso de rallar, todos muy ricos en grasas pero con moderación y siempre y cuando estén ampliamente cubiertos los requerimientos de proteína e hidratos de carbono de verduras, frutas y cereales.

¿Existen alimentos prohibidos cuando se está llevando a cabo una dieta?
El común de la gente cree que si se está realizando una dieta no debe tener contacto con pizzas, chocolates o helados, y no es así.

Es muy importante establecer un punto de contacto con ellos, diría que es irreal proponerse no considerarlos. Todos los estudios recientes afirman que la restricción de los mismos desata mecanismos cerebrales de contra regulación que conducen a la compulsión.

Por lo tanto deben ser ingeridos en cantidades moderadas cada cuatro o cinco días, en una comida definida y no en forma de picoteo, para evitar futuros desarreglos alimentarios.

¿Qué no debe faltar para tener una buena alimentación?
El ideal es establecer parámetros de buena alimentación en base a proteínas de carnes y lácteos, acompañados por hidratos de carbono y con poca grasa en su preparación y establecer un vínculo de contacto con los alimentos "prohibidos".

Fuente: Infobae.com



La fórmula de Coca Cola en Internet

  • Tiempo de lectura: 1' 40"

Dos inglesas revelan la fórmula de la Coca-Cola

Tiene azúcar, cafeína, jugos de naranja, lima, limón, aceites de canela y nuez, cilantro y una pizca de vodka. El secreto se divulga en internet.

¿Y si hacemos nuestra propia Coca-Cola”, pensaron Kate Rich y Kayle Brandon, dos chicas que administran el bar de un cine cultural en Bristol, Inglaterra, y que rechazaban vender Coca-Cola porque están en contra de las prácticas económicas y ambientales de la empresa que produce la bebida más popular del mundo. Pues bien, lo lograron. Experimentaron varios meses, hasta que un día pudieron gritar: ¡Eureka! Ahora hasta venden un kit para que cualquiera pueda poner manos a la obra y gambetear al gigante de las gaseosas.

En diálogo con Crítica de la Argentina, Kayle Brandon no dio precisiones sobre el origen de la receta que siguieron: “No fue fácil. Ahora la fórmula se publica en internet (http://sparror.cubecinema.com/ cube/cola/new_recipe.html) pero cuando nosotras la buscamos, no estaba en ningún lado, hasta que la encontramos”. Además le contó a este diario cómo fue el proceso casi de alquimistas: “Armamos una suerte de laboratorio en mi casa, tuvimos que aprender de química, de ciencia, de emulsionantes, hicimos muchísimas pruebas hasta que de pronto dimos con la fórmula”.

¿Y cómo empezó todo? Hace aproximadamente un año, las muchachas, dos militantes del movimiento “Hágalo usted mismo”, cuyas siglas en inglés son DIY (Do it yourself) y que fomenta una filosofía anticorporativista, decidieron que en su propio negocio, el bar del cineclub Cubecinema, no iban a comercializarse botellitas de Coca Cola. Pero a los clientes sentían una gran frustración cuando percibían la ausencia de Cokes en las heladeras. La demanda, o la tiranía del paladar, exigía la oferta del burbujeante refresco.

Las idealistas no se rindieron. Consiguieron la receta (no queda claro o no quiren decir dónde encontraron las siete llaves de un secreto tan blindado) e hicieron el milagro. Hoy por hoy, el Cubecinema de la gran ciudad portuaria británica es revolucionario. Y no porque en sus salas se proyecten películas de la guerra civil española sino porque en su bar producen su propia coca artesanal.

El diario The Guardian publicó hace unos días la historia de Kayle y Kate con un subtítulo contundente: “Podría cambiar el mundo”. En Bristol, muchísimas personas peregrinan hacia el Cubecinema y no por ser cinéfilas. Las emprendedoras vieron el negocio: hicieron pública la fórmula y venden kits con los instrumentos necesarios para hacer la coca en casa. Palabras textuales de Kayle: “No tiene exactamente el mismo gusto ¡Pero es más rica que la verdadera”.

Fuente: www.criticadigital.com.ar


Consejos para no ser víctima de un secuestro virtual

  • Tiempo de lectura: 2' 40"
Cómo evitar caer en la trampa del secuestro virtual

Los delincuentes llaman a sus víctimas y dicen que tienen a un familiar cautivo. El allanamiento en Devoto alertó sobre los llamados desde las cárceles.

El miedo, la angustia, la sorpresa, el desconcierto, son los factores que se ponen en juego y que favorecen a los delincuentes en la cada vez más habitual modalidad delictiva que es el secuestro virtual. Sólo hace falta un llamado y estar desprevenido para caer en la trampa.

Los secuestradores virtuales llaman a sus víctimas y dicen que tienen a un familiar secuestrado, pero antes le sacan información para armar la mentira con los mismos datos brindados segundos antes en medio de la psicosis y la desesperación.

La Policía Federal registra al menos una denuncia por día de secuestro virtual. Pero es un delito que no suele denunciarse, y aunque con la difusión muchos están empezando a darse cuenta y no caen en la trampa, todavía hay muchos que pagan lo que los delincuentes piden.

“Hubo un accidente y nos dieron este número, ¿falta alguien en su casa?”, se escucha del otro lado del teléfono y la víctima atina a decir: “Sí, mi hijo Pedro”. A partir de ahí todo comienza. “Tenemos secuestrado a tu hijo Pedro, si no juntás 10 mil pesos no lo volvés a ver”, contesta el delincuente.

El estado anímico de la víctima es crucial para que el secuestro virtual prospere. La conmoción puede jugar en contra, pero es necesario que la emoción no omnibule a la razón para poder pensar y no decir nada que pueda ser perjudicial.

Los delincuentes intentan sacarles datos a las víctimas, a veces en la primera llamada otras en varias anteriores, para armar una mentira verosímil. Por eso la primera recomendación de los especialistas es “ no hablar nunca con extraños y no dar ninguna información familiar a nadie que no se conozca”.

La diputada y especialista en seguridad, Paola Spátola, consultada por Perfil.com, aconseja “ no informar sobre horarios o sobre quienes están o no en la casa, y no dar ningún dato de miembros de la familia” y también sugiere que los padres conozcan las actividades de sus hijos “porque a veces agarran a adolescentes y los hacen llenar solicitudes o averiguan que van a estar en el cine con el teléfono apagado dos horas y ahí aprovechan para llamar”.

Hay que implementar una modalidad de control familiar, para saber qué hacen los miembros de la familia. No hay que hablar con extraños de cuestiones familiares, no dar datos. No hablar de más. Si sacan nombres de los familiares el cuento se vuelve verosímil”, sostiene en diálogo con Perfil.com Eduardo Burzaco, diputado del PRO y especialista en seguridad.

Spátola asegura también: “Si llaman de un penal cortar enseguida”. Llamar desde las cárceles para realizar secuestros virtuales es cada vez más habitual, por eso el viernes pasado la Justicia ordenó allanar la cárcel de Villa Devoto en busca de pruebas. El operativo terminó con 19 heridos y con pocas respuestas.

“Por lo general cuando se llama de una cárcel una grabación avisa que el llamado se realiza desde el Servicio Penitenciario, pero a veces no, así que hay que tener mucho cuidado”, alerta Spátola y sentencia: “Las grabaciones desde los penales tienen que grabarse y hay que controlar el uso de celulares de los internos”.

Causas y formas de detener los secuestros virtuales. Burzaco explica que esta nueva forma de secuestrar “sucede porque hay una gran facilidad para acceder a los celulares robados y es fácil que la gente se crea el cuento del tío por su estado de paranoia. Es una forma de hacerse de plata rápidamente y hay mucha desinformación desde la gente”.

“Para detener los secuestros virtuales el Estado debe controlar los chips de los celulares, que en este momento no tienen ningún control”, afirma el diputado y señala: “Hay que ser más estricto con las líneas y con las empresas, aunque se resistan al control”.

Este año, el Gobierno propuso abrir un control de huellas digitales para los compradores de celulares, pero la iniciativa no prosperó por las críticas de las empresas de los teléfono móviles.

“El proyecto para controlar los celulares era excelente”, dice Spátola, que plantea que el problema de fondo es que “los delitos en este país no tienen consecuencias duras”, aunque admite que “siempre lo ideal es la prevención” y atacar las causas sociales de la delincuencia.

Fuente: Silvina Herrera - Diario Perfil

El negocio de ser Michael Phelps

  • Tiempo de lectura: 2' 45"

La carrera de Michael Phelps para convertirse en oro también fuera de la piscina

NUEVA YORK.- Si la semana pasada no había ninguna persona más ocupada y feliz en Pekín que Michael Phelps, su agente, Peter Carlisle, tenía todas las posibilidades de ser la segunda. Mientras entraba y salía de reuniones el sábado, durante la víspera de la histórica octava medalla de oro que Phelps ganaría el domingo, el BlackBerry de Carlisle se inundaba de toda clase de propuestas con oportunidades de negocios. Algunas eran interesantes, otras, no tanto.

Un hombre de Nebraska se ofreció a esculpir una estatua del nadador. Pese a lo extraño que eso pudiera sonar, le llegó otra oferta similar desde China. De repente, había sobre la mesa varias propuestas para libros y películas sobre su vida. Incluso, le llegó una idea para lanzar su propia comida de mascotas, dado el conocido amor que Phelps profesa por su perro Herman. Y mucho más: muñecos, pinturas acrílicas, monedas conmemorativas y esmóquins. Algunos de los mensajes sólo eran para ofrecerle cosas, como toda la pizza que pudiera comer en un año, o servicios gratuitos de un dentista. La cantidad de esos mensajes empezó siendo discreta el primer día de los Juegos, recuerda Carlisle, pero empezó a crecer, hasta llegar a unos cincuenta al día, a medida de que Phelps acumulaba medallas de oro. Los dos partidos políticos de Estados Unidos han solicitado apariciones públicas con él ahora que se acercan sus convenciones.

"Llevo algún tiempo haciendo esto y no pensé que me fuera a sorprender mucho de lo que iba a pasar aquí", dice un director gerente de Octagon Inc. "Pero lo estoy."

Phelps, su agente y sus patrocinadores quieren sacar provecho económico de sus proezas atléticas para convertirlo en un icono internacional del deporte valorado en decenas de millones de dólares, igual que Michael Jordan o Tiger Woods.

"Espero con ansia poder sentarme, no moverme", dijo Phelps, de 23 años, cuando se le preguntó acerca de sus planes, justo después de su última carrera, en la que obtuvo otro récord mundial como integrante del equipo de relevos de 4x100. Probablemente, un deseo imposible.

El lapso de tiempo para promocionar a estrellas olímpicas, incluso un atleta en ascenso como Phelps, puede ser muy breve. Es muy probable que muchas de las nuevas legiones de sus seguidores no vuelvan a verlo en una piscina hasta 2012. Toda una eternidad para los anunciantes.

Primero, Phelps se pasará el resto de esta semana en Pekín participando en eventos de sus patrocinadores Omega Ltd., Hilton Hotels Corp. y Visa. Pero tan pronto como terminen estos Juegos el nadador empezará a promocionar los siguientes. El próximo domingo viajará a Londres, según una fuente familiarizada con su agenda. Allí, se reunirá durante varios días con los medios británicos. Luego viajará a Nueva York, donde participará en varios programas de televisión. De ahí, volará a San Francisco, donde tiene varios compromisos, incluyendo una fiesta en su honor organizada por Visa.

Incluso, si todo sale acorde con el plan en las próximas semanas y meses, pocos esperan que Phelps se acerque siquiera a los ingresos que cosecha el golfista Tiger Woods, quien, según cálculos, gana unos US$ 100 millones al año, incluyendo premios y patrocinios.

En comparación, Phelps ganó entre US$ 3 millones y US$ 5 millones anuales a través de sus patrocinios antes de los Juegos, una cifra generosa para una estrella de un deporte que raramente se transmite por televisión al margen de los Juegos. Ahora, esa cantidad podría más que duplicarse como resultado de sus triunfos en Pekín, dice Carlisle.

"¿Cuál es el valor de ocho oros en un horario de máxima audiencia en los Estados Unidos?", se preguntaba Carlisle desde el asiento trasero de una minivan Volkswagen. "Yo diría que unos US$ 100 millones en el curso de su vida."

Carlisle, que representa a Phelps desde 2002, señala que hace unos días esa cifra podía parecer un reto demasiado ambicioso. "Es un número agresivo lanzado por un agente agresivo", dice Paul Swangard, director gerente del Centro Warsaw de Marketing Deportivo de la Universidad de Oregon. "Pero ocho medallas también era un número agresivo."

Speedo, el fabricante de trajes de baño que patrocina a Phelps, le ofreció US$ 1 millón si ganaba siete medallas de oro. La compañía dice que las miles de camisetas de Phelps que puso a la venta por US$ 24,99 cada una se agotaron recientemente. Toda una proeza, teniendo en cuenta que los nadadores ni siquiera utilizan esta prenda.

Fuente: Christopher Rhoads - Wall Street Journal