Cuasi un chiste, cuasi paranoia, cuasi...

El martes pasado se llevó a cabo el último discurso de la Presidenta. El acto fue el último (por ahora) de una seguidilla inédita ante un conflicto con el campo que fue escalando hasta convertirse en un tema excluyente. En ese discurso, CFK realizó un extraño comentario dirigido al célebre dibujante Hermenegildo Sábat. Lo acusó de haberle enviado por medio de una caricatura, un mensaje cuasi mafioso...
Las voces de repudio ante esa acusación no tardaron en llegar, y fue el artículo de Martín Caparrós del DIARIO CRÍTICA DIGIAL el que nos pareció que mejor expresaba la indignación por tal infundado ataque.

“...Usted acusó al Menchi Sábat de haberle mandado un mensaje cuasi mafioso. ¿O será que acusó a Clarín? Si quiere pelearse con uno de los mayores grupos monopólicos de la patria, que maneja como pocos las ideas e ideologías de los argentinos, señora cuasi, avise y vamos todos. Pero no parece, porque con ellos hace negocios, les ofrece prebendas. Así que el cuasi mafioso será Sábat, y entonces no: no nos toque al Menchi, mire vea, uno de los tipos más íntegros y respetados y queridos que hay en este país...” (Leer)